CONOCE SANT CUGAT DEL VALLÈS

Sant Cugat del Vallès pertenece a la comarca del Vallès Occidental y está situada a escasos 11 km de la capital, Barcelona. Esta población se despliega sobre una llanura fluvial acotada por las sierras de Galliners y Collserola. La superficie del término municipal es de 48,32 km2, con una población de 89.516 habitantes en 2017. Sant Cugat es limítrofe con: San Quirico de Tarrasa al norte, Sardañola del Vallès al este, Molins del Rey y Barcelona por el sur y Rubí por el oeste. El municipio tiene un patrimonio monumental excepcional del que destaca el Monasterio Benedictino de Sant Cugat. Este conjunto clerical se compone de iglesia de los siglos XII al XIV, claustro románico de finales del XII, palacio y sobreclaustro renacentista, sala capitular. Al cobijo del monasterio se fue creando un núcleo agrícola de numerosas masías las cuales todavía perduran como: Can Bellet del siglo XVI, La Torre Blanca del siglo XVII o Can Rabella del XIV. A lo largo de todo el término municipal de Sant Cugat existen una importante cantidad de ermitas algunas de ellas de obligada visita como son: Santa María de Campanyà, Sant Crist de Llaceres o Sant Adjutori. Otros lugares de interés monumental y turístico son el Puente gótico de Can Vernet y el Castell de Canals de época medieval.

Sant Cugat del Vallès cuenta con excelentes ejemplos de casas y edificios de estilo modernista, a pesar de que no es especialmente reconocida por el turista que le gusta visitar arquitectura modernista. Esto es debido a que la mayor parte de las casas modernistas no se pueden visitar porque siguen siendo privadas y también porque los tres arquitectos catalanes de renombre Gaudí, Puig Cadafalch y Domènech i Montaner nunca trabajaron en esta ciudad. Pero si decidimos dar un paseo por las calles del centro urbano o por avenida de Gracia quedaremos sorprendidos. La primera edificación modernista y una de las mejores aportaciones de esta corriente arquitectónica, es la casa Armet proyectada en 1.899 por el arquitecto urbanístico Fernando Romero y Ribot. Esta casa construida en ladrillo visto tiene abundante decoración en todas sus fachadas, en esta decoración destacan la cerámica vidriada en gran parte con motivos góticos. Otros arquitectos y sus obras son: Eduard María Balcells (Casa Mir, Casa Mónaco, casa Generalife, Casas de Ángela Salles, Chalet Negro), Andreu Audet Puig (Casino de la Arrabassada), Cèsar Martinell (Bodega Cooperativa), Juli Batllevell (Casa adosadas de Enric).